1.3.09

SAN JOSE, MODELO DE SANTIDAD

La Iglesia celebra a San José el 19 de marzo; y presenta la figura del carpintero de Nazareth como modelo cercano e imitable de santidad. Como custodio y padre de Jesús en la tierra podemos aprender de él su modo de actuar y vivir su cercanía con Jesús. De modo que cuatro artículos continuos, sobre san José, nos haría muy bien y nos ayudaría en algo para conocerlo mejor y seguir sus pasos que nos llevan a Dios.

La santidad es un tema muy amplio pero diremos que fundamentalmente consiste en nuestra libre y consciente participación en la vida divina de Cristo. Y entre las virtudes de san José como modelo de vida cristiana, están: la humildad, la laboriosidad, la plena disponibilidad, la fe ejemplar y el silencio activo ante la voluntad de Dios.

Ser modelo de santidad hoy, es un desafío ante “las diversas verdades”; ahora todos tienen y manejan su propia verdad…, todos tienen algo de bueno, por tanto, todo vale. Todo parece convincente, estilos de vida, pensamientos y actuar diversos; cada uno tiene su verdad que atrae al hombre contemporáneo desorientado. La santidad de ninguna manera es desorientada sino que se origina, crece y se orienta firmemente a Dios que es Verdad Absoluta. Ella siempre se manifiesta y ante ella todo se queda quieto.

San José “el hombre justo” del Nuevo Testamento, él, no solo estuvo al servicio de Dios sino que fue en la tierra el padre virginal y legal de Jesús. Siendo Cristo la fuente de Santidad, sin duda, por su cercanía San José se alimentó y fortaleció de Él. José es santo. El mismo Dios lo comprometió con una misión particular, ser “Custodio del Redentor”. Cuidar al que vino al mundo a "dar testimonio de la Verdad " (Jn 18,37). Pues, "Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero" (1 Jn 5,20; cf. Jn 17,3).

De este modo, san José está delante de la voluntad divina que nos transmite la verdad de Dios y la verdad del hombre. La verdad de Dios nos conduce a la santidad y nos realiza en ella. San José pone en práctica su fe autentica porque la misma se fundamente en la autoridad divina que le revela su plan de salvación. Y san José es parte de ese Plan.

Y ante las falsas interpretaciones y presentaciones de la Verdad , nos preguntamos ¿La santidad de san José puede ser una respuesta al relativismo actual que pone trabas y propones aparentes verdades en el camino hacia la santidad de vida?

San José, con su ejemplo, dio un testimonio franco y creíble de la fe. Esto es lo que debemos hacer como respuesta ante el relativismo. San José “hizo”. Actuó para Dios y para los hombres de todos los tiempos, dando ejemplo.

Su Santidad Benedicto XVI, afirma que el relativismo “no reconoce nada como definitivo y que sólo deja como última medida el propio yo y sus ganas. Es esa corriente para la que no hay verdades absolutas o definitivas, Se identifica con la ausencia de valores universales”. Ante esta actitud soberbia de vida actual, precisamente, san José, realiza en su propia vida la santidad apoyada en convicciones firmes, fijas y estables de fe y abandono en Dios. Se abandona en Dios porque Dios es Verdad y es Fiel. Así, la santidad de san José como respuesta de vida y compromiso está asegurada en algo objetivo y definitivo que es la misma realidad de Dios. Dios que se manifiesta en su voz, su voluntad y sus promesas, reveladas a él. Su respuesta se funda en la firme seguridad de las promesas divinas. José es consciente que está viviendo el acontecimiento del cumplimiento de las profecías; y que es parte de él. “Dios es fiel” equivale a decir “Dios es verdad”. Es decir, Dios, su Palabra, sus designios revelados y su actuar son verdad. Y esta verdad es segura, inquebrantable y real para el israelita justo y piadoso; y para los hombres y mujeres de todos los tiempos. “Dios cumple sus promesas porque es fiel”. En la vida de todo hombre o mujer de fe aparece esta convicción que va más allá de las consideraciones racionales y humanas. "Ahora, mi Señor Dios, tú eres Dios, tus palabras son verdad" (2 S 7,28); por eso las promesas de Dios se realizan siempre (cf. Dt 7,9). Dios es la Verdad misma, sus palabras no pueden engañar. Por ello el hombre se puede entregar con toda confianza a la verdad y a la fidelidad de la palabra de Dios en todas las cosas. Hoy san José, con la práctica de las virtudes en su vida, nos dice que Dios se revela como Verdad Absoluta y firme, y que todo hombre de buena voluntad debe cuidarse de caer en la mentira del tentador contemporáneo “el relativismo”, que induce a dudar de la palabra de Dios, de su benevolencia y de su fidelidad. Esto sólo llevaría a quebrantar su vocación a la santidad y alejarse poco a poco de la Verdad absoluta que es Dios; sería una experiencia de pecado y de caída del hombre.

En conclusión, san José es el santo de las virtudes humildes y pequeñas. “la santidad –dice San José María Escriba de Balaguer- está compuesta de heroísmo. Por tanto, en el trabajo se nos pide el heroísmo de “acabar” bien las tareas que nos corresponde, día tras día, aunque se repitan las mismas ocupaciones. Si no ¡no queremos ser santos!” (Surco 529). El compromiso a la santidad supone la exigencia personal y un camino de pequeños y grandes heroísmos ante el prójimo. Esto quiere decir que “la santidad personal no es una entelequia sino una realidad precisa, divina y humana, que se manifiesta constantemente en hechos diarios de Amor (Forja 440). San José recorrió un camino seguro de santidad, El Señor no sólo lo acompañó sino que estuvo bajo su autoridad y a su lado. Invoca y habla con Dios y verás como está a tu lado. Sin duda, cuando imitemos a san José en la práctica fiel de las virtudes humanas y espirituales no nos equivocaremos; de seguro llegaremos a ser santos. San José es un buen “molde” construido por la Providencia Divina para darle forma a la arcilla de nuestra propia vida humana y cristiana. Y desde aquí, saludamos a todos los papás; pues en Bolivia el 19 de marzo se celebra además el “día del padre” y san José es modelo para ellos en este día particular. Que cada papá recuerde que “la santidad “grande” está en cumplir los “deberes pequeños” de cada instante” (Camino 817), como lo hizo san José. Es decir, en su misión como padres, amigos y educadores de sus hijos, recuerden que san José es ejemplo de cómo formar a los hijos en Presencia de la Verdad entre los hombres, para que vivan en la Verdad. Ánimo, hay que “buscar con pasión la santidad” (Card. J.L.Cipriani, 5-10-06) y vive con alegría cumpliendo tu deber cristiano con amor.
Dios, Verdad Absoluta, te bendiga y San José sea portador de beneficios divinos para ti y tu familia.

P. Guillermo Alberto Mercado Castillo, OSJ
Parroquia Nuestra Señora del Rosario, Warnes-Santa Cruz -Bolivia