Cada vez que caemos en algún pecado, pidámosle perdón al Señor y digámosle:Odiando el pecado yo lo destruyo”. El Señor me enseña a renovarme en cada momento.
Nunc Coepi: ahora comienzo. Sí, Señor aún en la última hora el obrero puede merecer la recompensa.
Nunc Coepi: todavía me queda tiempo.
(E.33)
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